martes, mayo 27

Hoy...

Tengo nostalgia de La Terraza, de los interminables mails diciendo de la vida, penas y desamores. Tengo nostalgia de las tardes en la universidad y las organizaciones para ir a Los Molles, Maitencillo, el Paseo del Ombligo o a cualquier lugar. Tengo nostalgia de los asados de hamburguesa y cervezas o Eristoff, que sólo costaban luca.
Tengo nostalgia de esos días en que lo único que nos preocupaba era guardar 100 pesos para volver a la casa.
Tengo nostalgia de mis caset de Silvio mal grabados, de las velas cada 11 de septiembre, de mis vacaciones en el sur, de las tortas de mi abuela y sus encomiendas con papas fritas caseras. Tengo nostalgia de Victoria y su lluvia, de las tardes enteras jugando entre los cohigües. Tengo nostalgia del Festival de Viña y de Horacio's Pub. De Origen y las mil conversaciones que tuvimos con el team.
Tengo nostalgia de las Abrazalapas, de los cigarros compartidos con Solís. De las tardes en San Bernardo. De las noches editando, de "sobreviviré" o "Te quiero comer la boca".
De los viajes a La Serena con mi caracol. De las marmotas. De los cócteles maravillosos sólo para dos, esas tardes enteras trabajando para disfrutar.
Tengo nostalgia de mi mamá y mi hermana. De nuestras recetas "a la estufa". De nuestros gatos en la cama. Del niño peleando con un calugón pelayo.
Tengo nostalgia de las amanecidas con un trago y mil ideas. Tengo nostalgia de nuestras vacaciones en Brasil. Tengo nostalgia, de Cuba y nosotros tres.
Tengo nostalgia de las anécdotas de mi abuelo y del calor de su chimenea.
De las risas de mis tías, del olor de la Martina, de los gritos de mis primos.
De los chalecos tejidos y de las adivinanzas de mi abuelo. De cuando íbamos a comprar huevos o queso en algún campo. Tengo nostalgia del sur.
De mi piscina armable con mil animalitos y el chapoteo feliz con la Palo y la Jenny. De las vacaciones en la playa cuando éramos 4 revoltosas (dos Panchas, Jenny y Paloma) y un sólo padre. De Navidad y cuando fuimos detectives con Claudio y Gabriel.
De cada cumpleaños... mio por supuesto.
Debe ser la lluvia. O tal vez que mi cumpleaños se acerca a pasos agigantados.
Nada... hoy amanecí un poco más ayer.-

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso es lo que tenis mona...
eres capaz de cambiarle el ánimo a cualquiera con este gran blog.
Es tan rico tener nostalgia, y los días de lluvia están pa eso.
Yo tengo nostalgia de nuestros dias de cóctel, de papas rellenas y queneles... cuando ustedes hacían todo y con caracol sólo tomábamos..
que rico.

Anónimo dijo...

Eso pasa cuando uno se acerca inexorablemente a los 30 años. Más si en tu caso, ya eres una mujer con un marido que te ama, dos hijos y profunda devota. Entonces, as vuelta atrás y ves todo lo que han construido como una linda familia llena de luces y bendiciones juajuajua. Igual los quiero.

Bianco Novios dijo...

Amiiiiiga, me vino la nostaaalgia. Cuándo será el día en que haremos la despedida de soltera que tanto organizamos.....
Mientras, podriamos comprarnos unos cigarros sueltos y conversarnos un café por ahi. Te tinca?? besotes miles!!!
Te quiero
Patty

Anónimo dijo...

Yo tb ando así... hoy le hice una "oda a la estufa a parafina"...y la firmé como puré.

Que ganas de estar en nuestra casa, hablando, riendo... comiendo pizza o alguna torta de barro... A fin de cuentas lo que importa es que lo cocines tú...

Te amo maledeta Helmana.

Ignacio Pérez Tuesta dijo...

Francisca Monserrat...de verdad me emocionaste porque lo leí en la tarde mientras llovía afuera y estaba con la ventana abierta para disfrutar de eso, quizás para darme más aire y terminar el reportaje...
La lluvia también me marca. En mis años disfrutaba ver el agua correr cerro abajo y cómo el mar se salía buscando su antiguo camino...igual que los seres humanos, siempre, volvemos al origen...
Un beso y sí, te estás acercando a los 30 a pasos más que agigantados...eres toda una señora.
Es bueno "amanecer un poco más ayer". Así, tendremos muchos más mañanas...

francisca dijo...

amiga, es tiempo de nostalgias al parecer, muchas veces me he encontrado recordando, los tiempos dee universidad, de colegio y realmente antiguos, como cuando nos veíamos regularmente, cuando llegabas con tu papá a buscarme al departamento cuando estábamos todos durmiendo y partimos a Los Angeles donde tus abuelos, en el auto balnco gigante, que creo que cabiamos las dos acostadas en el asiento de atrás, las vacaciones en victoria, algun mundial de futbol...en fin ... tantas cosas... me alegro demasiado de que me hayas encontrado después de habernos perdido tanto tiempo y más me alegro que los años no pasen por nuestra amistad, ojala nos veamos luegos, saludos al tío mándale millones de besos de mi parte y para tu mamá y la palo tambien

Anónimo dijo...

Lo bueno de la nostalgia hija mia es que nos recuerda lo felices que hemos sido y cuánto nos han amado... y aunque tenemos la certeza de que no podemos rescatar esos trocitos de vida pasada, con el tiempo sabemos que cada día podemos crear un momento de nostalgia para un otro mañana lluvioso.
La nostalgia de nosotras y nuestra casa me acompañan cada día.
Te adoro.