miércoles, mayo 2

La Jenni


Alemania... cuna de los Quinger: raza en extinción.
Sí, yo también tengo genes alemanes... lo que pasa es que "alguien" se llevó la mayoría. Si lo único que le faltó fue medir 1.70.

Mi prima, la Jenni. Una rucia de ojos celestes... igualita a mi. Chica, en eso nos parecemos. De madres medias locas, en eso también. Y en que nos vemos poco, pero nos queremos mucho.

Lo que pasa es que cuando chicas hicimos muchas weas. Fuimos a la playa con Plomis y mi padre, comimos hasta morir ensalada de acelga, nos escapamos de la casa por un futuro mejor, fuimos compañeras de colegio y hasta vivimos juntas.

Y yo creo que lo que más nos une, es Alemania. Aunque suene extraño. Pero es que desde allá llegó mi abuelo (bueno, nuestro o más de ella que mío) Y fue ese hombre grande y de palabras extrañas el que nos dejaba correr por su casa, con su silencio inmenso nos dejaba conversar hasta la madrugada. Fueron esas veces en las que sólo nos teníamos a nosotras, junto a la Paloma, y nuestras ideas (como llenar la piscina de globos); las que nos hicieron formar este lazo poco común que tenemos.

Todo esto, porque el fin de semana estuvimos juntas. Y como siempre busqué en los ojos de mi prima para saber cómo estaba. Esta vez, la vi feliz.


1 comentario:

Anónimo dijo...

wuAA...casi me morí cuando vi mi nombre jajaa...gracias por el tiempo dedicado a mi persona, aunque creeme que me faltó más que 1,70mt, además de muchas cosas que me faltaron, lo que más me hubiera gustado tener es una hermana como tú, es triste estar solo en este mundo ya tan frio y solitario, pero fuera de todo lo malo soy afortunada de tener a una prima como tú y la palito y verlas rodeadas de tanta gente que las quiere y rodeadas de tanta felicidad.
Un beso de tu prima que te quiere demasiado jenny.